domingo, 3 de noviembre de 2019

"Makers and Takers", el caso de Apple

Leo a Rana Foorhar, columnista del Financial Times desde hace varios años. Rana está especializada en periodismo de investigación económica y desde la crisis de 2008 se ha convertido además en una incisiva y crítica analista de las estrategias de negocio de las grandes empresas tecnológicas. 

Recientemente ha escrito el libro "Don´t be evil". "No seas malo", es una de las frases de cabecera de los fundadores de Google para con sus empleados cuando hablan de los valores de su compañía. 

Rana ha escrito un libro previo, "Makers and Takers", donde en mi opinión se alinea con una de las tesis defendidas por Mariana Mazzucato, economista italoamericana autora de "El Estado emprendedor". Mazzucato es uno de los grandes soportes ideológicos de la candidata demócrata a las elecciones norteamericananas de 2020 Elizabeth Warren, llamada "el azote de las tecnológicas".

Según Rana, las grandes corporaciones tecnológicas norteamericanas (sobre todos las llamadas "Big Techs") no inventarían tanto si no fuese por la investigación científica de base que realizan los estados, especialmente en EEUU, y que estas corporaciones fundamentalmente se preocupan de retornar valor a sus accionistas: no invierten lo suficiente en términos relativos y emplean enormes cantidades en recomprar sus propias acciones para favorecer a sus accionistas. El mensaje es que las Big Techs están pasando de ser "makers" a ser "takers". Lanza un preocupante mensaje de que la innovación se está reduciendo. 



Una de mis mejores fuentes españolas para saber qué pasa en tecnología es Enrique Dans, profesor del IE y gurú de tecnología reconocido creo que no sólo en España a estas alturas. Escribió en su momento un visionario libro "Todo va a cambiar" y recientemente ha publicado el libro "Viviendo en el futuro", que confieso aún no he tenido tiempo de leer pero que lo haré en breve. Enrique Dans escribe prácticamente a diario en su blog desde hace más de doce años. 


El artículo reciente de Enrique Dans al que una vez más he que agradecer sus reflexiones me permite conectar a estos tres autores como consecuencia del aparente giro de la estrategia de Apple de "vender sus terminales como servicio en lugar como producto". Las ventas de los terminales móviles iPhone están estancadas ante la competencia de cada vez más marcas sobre todo asiáticas. Tim Cook, el CEO de Apple, se plantea venderlos a través de un servicio de suscripción donde tras el lanzamiento de cada nuevo modelo de iPhone, Apple ofrece cambiártelo a través del pago de la cuota de suscripción. En suma, siempre tendríamos el último modelo a cambio claro de un pago periódico que entraña unos intereses de crédito que recibe Apple. 

¿Donde está el valor para el cliente? Pues en tener siempre el último modelo, lo necesitemos o no, y pagaremos por ello tanto si usamos todas sus capacidades como si no. No es lo mismo el uso que le dará un "techie" de 30 años que un jubilado de 70, al menos en teoría. En suma, no hay una regla de valor unánime para todos los clientes.

"Esto nos lleva a sustituir la compra por el pago más indoloro de una suscripción periódica, algo como el leasing de vehículos. Una forma de tenernos enganchados a un cambio de forma periódica y permanente."

Según Rana Foorhar esta es la dinámica de "financiarización" en la que están entrando las compañías que se hacen muy grandes, a las que se les hace cada vez más difícil innovar y donde es más fácil incrementar las ventas usando técnicas financieras que continuando lanzamientos auténticamente "rompedores" ("breakthrough") que transformen la experiencia de los compradores. Lo primero es lo que hacía Steve Jobs, pero no parece ser lo que está haciendo Tim Cook. Es cierto que Jobs fue el inventor de Apple mientras que Cook es el gestor del imperio que creó el inigualable Jobs.

De forma simplificada esta sería:

Elaboración propia


Esta dinámica de financiarización crea una deuda permanente en los usuarios ya que se sustituye el desembolso de la compra por un pago periódico (posiblemente con intereses). Una parte  creciente de la población vive cada vez con más deuda al tiempo que la desigual riqueza que están creando las nuevas tecnologías están provocando una creciente tensión social que se traslada a la esfera política y que demanda un mayor equilibrio entre los intereses de los distintos agentes que se relacionan con las empresas. Las empresas cada vez más tendrán que responder ante no sólo los accionistas, sino ante los empleados, los clientes y la sociedad en general. Es lo que hoy llamamos una mayor "sostenibilidad", incluyendo un uso más eficiente de los recursos naturales. 

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