El capital riesgo es, me temo, una de esas figuras que generan rechazo
en un amplio porcentaje de los agentes. Es posible que las dos palabras juntas (“capital”
y “riesgo”) lleven a un “NO automático” y provoque caer en los tópicos. De ahí
que este monográfico de Funcas sea muy oportuno. De la mano de varios de los
principales expertos del sector en España ayuda a conocer qué es, para qué
sirve y cuál es su estado de desarrollo. Excelente trabajo de coordinación por
parte de Ana Isabel Fernández que ha configurado uno de esos manuales que
deberían ser obligatorios en todas las facultades y que recomiendo leer a los
distintos agentes implicados en el debate sobre el crecimiento económico de un
país (se puede descargar aquí)
Private equity vs public equity
Capital privado
es, en mi opinión, una denominación más acertada que “capital riesgo” ya que su
elemento diferencial es que invierte en compañías que no están listadas en mercados: “capital para empresas no cotizadas”. La asimilación a riesgo no
es adecuada ya que no implica más riesgo que invertir en una compañía listada. Debemos
promocionar el uso de la denominación alternativa si queremos impulsar esta
fuente de financiación a largo plazo, esta palanca de apoyo al crecimiento
económico.
“El capital privado es una herramienta más de desarrollo económico, más en un país como España en el que más del 65% del PIB lo generan PYMES con menos de 50 empleados que necesitan adquirir una mayor dimensión para poder competir en igualdad de condiciones en un mercado global”.
José Martí, José Zudaire y Ángela Alférez.
Siguiendo la
terminología anglosajona, dentro del capital privado se puede distinguir entre Venture Capital (VC) y Private Equity (PE). La primera se
materializa en las fases iniciales del desarrollo de la empresa, mientras que
la segunda lo hace en etapas más avanzadas.
Pero atención, y esto
tal vez es menos conocido: no sólo se puede invertir en los fondos propios de
las compañías, sino que se está desarrollando la alternativa de prestar a las
compañías, es decir, de aportar financiación ajena. Se habla entonces de “deuda
privada” (direct lending), cuyos
activos bajo gestión suman 600.000 millones de USD.
Financiación empresarial. Fondos propios vs ajenos, listados vs privados
Razones del crecimiento del capital privado
Ante la
volatilidad de los activos financieros cotizados (tanto los de renta fija como
los de renta variable) y, en varias (demasiadas) ocasiones, los pobres
rendimientos conseguidos (sobre todo en sectores más value como banca, petróleo, teleco y utilities), la gestión de carteras se está transformando, de tal
forma que cada vez se están incorporando más activos alternativos. Y son
alternativos no porque “filosóficamente” sean distintos (en última instancia
invierten en capital o prestan a las empresas) sino porque por el hecho de no
cotizar les resta volatilidad.
Fondos captados por el capital privado
Fuente: Pablo Mañueco e Irene Peña
Pero, además, encontramos
otras razones. Siguiendo a Juan López del Alcázar, se puede afirmar que tras
varios años ya con track record muy
favorables, la base de inversores con experiencia en capital privado se ha
incrementado. Además, contamos con muchas devoluciones con importantes
plusvalías de los fondos captados antes de la crisis, lo que dota de
credibilidad a esta alternativa de inversión. Por último, también hemos
asistido a una evolución de los gestores, ampliando la gama de estrategias, así
como aumento en algunos casos el plazo de inversión o entrando en nuevos tipos
de financiación (con la deuda privada). Y, evidentemente, el contexto de tipos
de interés muy bajos y de elevada liquidez también ha ayudado.
Por último, es
justo señalar el papel dinamizador que han jugado agentes como el Banco Europeo
de Inversiones (BEI) o el Instituto de Crédito Oficial (ICO) a través, por
ejemplo, del programa Fond-ICO.
La menor liquidez, principal inconveniente. Los
fondos de pensiones, candidatos ideales para invertir.
¿El principal inconveniente?
La menor liquidez, lo que obliga a que el porcentaje de inversión en el total
de la cartera no pueda ser elevado, salvo que el horizonte de inversión sea a
largo plazo. En este sentido, tal y como se pone de manifiesto en varios
capítulos, los fondos de pensiones se convierten en el inversor más adecuado
para el capital y la deuda privada. Así es ya en países como EEUU, Reino Unido
o Escandinavia, que poseen entre el 30% y del 50% y de los activos bajo gestión
(en España no llegan al 10%) y que tienen expuesto entre un 20% y un 50% de su
patrimonio al capital privado (aquí no supera el 1%). Pendiente queda, por
tanto, que los fondos de pensiones adapten su cartera y se sumen al impulso del
capital y deuda privada.
Distribución de la captación de financiación por tipo de inversor y área geográfica
Fuente: Pablo Mañueco e Irene Peña
Adaptación del capital privado
“El capital privado ha sabido adaptarse a los requerimientos de los inversores demostrando unas rentabilidades sostenidas a lo largo del tiempo que han sido capaces de capear las tormentas financieras.”
Juan López del Alcázar.
Así es, pero el
capital y la deuda privada (en mayor medida el primero) tiene que profundizar
en su transformación y liberarse cada vez más del papel de mero inversor
financiero oportunista para configurarse como socio estratégico, como consejero
que aporta experiencia, contactos y clientes. Cada vez es menos común el sesgo
de las primeras operaciones, aquellas en las que “el objetivo era encontrar
buenas empresas mal gestionadas de un sector con futuro, para comprarlas con
descuento y venderlas con beneficio después de una adecuada reestructuración”. En la nueva fase del capital privado, éste aporta valor
a la gestión de la empresa participada. “Además de recursos financieros, aporta
profesionalización, credibilidad y experiencia en el diseño de estrategias de
creación de valor. Es capaz de alinear intereses de accionistas y gestores,
desarrollando esquemas atractivos de retribución y motivación” (Ana Isabel
Fernández).
Fases de desarrollo del capital privado
Fuente: Elaboración propia a partir de Ana Isabel
Fernández
Como ya defienden
Haskel y Westlake en Capitalism without
capital,
es posible que cotizar en Bolsa sea poco compatible con un horizonte de gestión
a largo plazo. La elevada volatilidad intrínseca de los mercados cotizados
puede condicionar en exceso la tomar de decisiones de la alta dirección. De ahí
que en EEUU se esté apreciando una relevante caída del número de compañías
cotizadas, en favor de convertirse en privadas.
Número de compañías cotizadas en EEUU (en miles)
Fuente: https://data.worldbank.org/indicator/CM.MKT.LDOM.NO?locations=US
Por lo tanto, si las
empresas necesitan contar con financiación, pero cada vez es más complicado
conseguirla vía sector bancario (por la existencia de problemas de información
asimétrica, muy relevantes cuando el activo que se pretende financiar es un
intangible, así como por la normativa más exigente en términos de fondos
propios para los bancos) y menos recomendable (por su cortoplacismo y
volatilidad) vía mercado de capitales, se entiende el papel protagonista que
tienen que jugar la industria del capital privado en el futuro. Sólo un dato:
frente a los 80 billones de USD de capitalización del mercado bursátil mundial,
el valor de mercado de las inversiones del capital privado es de 2,7 billones[1], es decir, apenas un 3%.
Pero ahora mismo hay unos 800.000 millones en dry powder, esto es, dinero en liquidez que tendrá que ser
invertido.
Evolución del dry
powder
Fuente: Pablo Mañueco e Irene Peña
Captación, inversión, desinversión
El capital
privado también está influido por los ciclos económicos en todas sus fases:
(captación, inversión y desinversión) y condiciona sus tasas de rentabilidad.
Pero el capital privado puede ayudar a contrarrestar los ciclos y a
diversificar las carteras.
Fases del capital privado
Fuente: Elaboración
propia
Una última
consideración que sirve para aclarar algunos de los datos que normalmente se
tienen equivocados sobre la desinversión. Frente a la percepción de que las
salidas a bolsa (mediante OPV o IPO)
suponen la principal vía, “la lentitud, incertidumbre y coste del proceso
provoca que se hayan situado a distancia relevante de las otras dos”. Así, se
recurre más a las ventas estratégicas (es decir, la venta a empresas) y, en los
últimos años, al mercado secundario (secondary
buyout). Pendiente desarrollar este mercado secundario (no sólo de las
inversiones, sino de los propios vehículos) para intentar otorgar liquidez a
esta alternativa de inversión, sin duda uno de sus principales inconvenientes (como
ya hemos comentado).
Desinversión (en %)
Fuente: Juan López del
Alcázar.
Retos a futuro
Es necesario consolidar la base de inversores
institucionales y ampliarla a inversores particulares si bien no con el sesgo minorista de los fondos de
inversión o de las acciones cotizadas. La iliquidez del producto provoca que no
sea recomendable para un particular con menores recursos, pero sí para aquellos
con algo más de patrimonio (clientes de Banca Privada). Sin que sea posible
determinar una cifra exacta (dependerá de cada caso) tiene sentido que un
particular con una cartera de inversión en activos financieros a partir de 1
millón de EUR destine del orden del 10% a activos alternativos. Dentro de los
inversores institucionales, los fondos de pensiones y las compañías de seguros
tienen que jugar un mayor papel.
Alcanzar un madurez y
estabilidad regulatoria que permitan la homologación del sector en España con
el resto de jurisdicciones.
Importes de inversión anual
Fuente: Pablo Mañueco e Irene Peña
Conclusión
Excelente manual
de estudio sobre uno de los temas más relevantes para el crecimiento económico, más si las vías tradicionales de financiación son ahora más restrictivas (como ya comenté aquí). Manual que merecerá ser actualizado cada cierto tiempo. Solo se me ocurre
aportar dos propuestas de mejora. La primera, posible sólo dentro de unos años,
cuando exista más track record:
analizar la rentabilidad conseguida por los fondos españoles. Estoy muy de
acuerdo con Carlos Lavilla cuando señala que “la dispersión de resultados
obtenidos por los fondos es superior a la obtenida por los fondos de otra
categoría de activos, lo que hace mayor la diferencia entre la media de los
fondos del mejor cuartil y la media general de todos los fondos”. La segunda,
incorporar un glosario que facilite el estudio y/o ayuden a su profundización.
Muchas gracias, David. Estoy muy de acuerdo en que el private equity y la deuda privada deberían aumentar su contribución en las carteras de inversión, especialmente para los clientes de banca privada. La desventaja de la iliquidez se ve compensada en términos de diversificación para el inversor y ayudará a un buen número de compañías no cotizadas que verán impulsado su crecimiento.
ResponderEliminarLa financiación alternativa es aquella que proviene de los servicios de empresas fintech que aprovechan las nuevas tecnologías dentro del ámbito financiero.
ResponderEliminarhttps://circulantis.com/blog/financiacion-alternativa/